Recuerdos que valen oro

16:22 Mami Mariela Blog 0 Comments

Soy diseñadora, y amo lo que hago, sobre todo si lo que hago, lo hago con el corazón.

De parte de mi mamá, toda la familia vive en la selva, y aunque confieso que me encantaría volver, y sacrificarme con el calor solo por conocer más a mi país, se que con el bebe aun muy pequeño me resulta casi imposible. Si yo sufro con el calor, no me imagino como estaría el, así que he decidido esperar hasta que, al menos, ya hable.

Y como todavía falta para ello, decidí acortar esa estrecha distancia entre un familiar muy querido que se encuentra allá: mi abuelita; que aunque viene 1 vez al año a Lima, por unos chequeos de salud, no me es suficiente.

Siempre he pensado que uno tiene la familia que tiene por algo y la mía por más peculiar que sea, hago, en lo posible por destacar lo bueno y mejor y así transmitirlo a mi hijo, ya que a mis cortos 25 años, para mi, la familia es LA FAMILIA.

Y que mejor que involucrarlo en un proyecto que une a varias generaciones.
He aquí el resultado:


Mi abuelita, mi mamá, yo y mi hijo. ¿Lindo, no? Y así se vió mi abuelita, cuando lo recibió:



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