YO PARA TI, TU PARA MI

0:33 Mami Mariela Blog 2 Comments

Mi Juanjo ya tiene 11 meses cumplidos y desde que tiene 9 meses notaba cierto apego especial hacia mí –el siempre fue muy independiente, nunca quiso dormir conmigo, o que lo abrace. Por muy chiquito que era, se notaba que buscaba su propio espacio- y ante este repentino acercamiento no puedo negar que al comienzo me sentía alagada, confiada y orgullosa de que mi hijo me necesite; pero con el pasar de los meses esto fue incrementando y ha llegado al punto que no puedo soltarlo en la cama ¡ni para cambiarle el pañal!

Si estamos en un lugar conocido, como mi casa e intento cambiarle el pañal o ponerle su pijama, lo recuesto en mi cama y lo hago, pero con este “cariño especial” como le llamo; a penas lo coloco en la cama, se inquieta, se desespera y empieza a llorar y retorcerse como si no tuviera huesos.
He hecho casi de todo para calmarlo, desde darle juguetitos hasta mi propio cabello (así lo jale o tire de el); pero esto no es nada: si lo intento echar en un lugar no tan familiar para él, como la camilla de su pediatra, automáticamente grita como si le estuviera arrancando una pierna.

Para este momento, dejé de sentirme alagada, confiada y orgullosa de dicho apego. 

Me sentía estresada, cansada, nerviosa y hasta furiosa; hasta que un día me sentí mal por unos problemas y estaba media triste en mi cama (que está al lado de su cuna); justo esa noche Juanjo se quejaba mucho en su cuna, como si algo le incomodara, decidí cargarlo y se tranquilizó un poco pero seguía quejándose, hasta que yo ya sentía que el sueño me vencía y decidí sentarme en mi cama –con él en mi pecho- y poco a poco nos fuimos acomodando y terminó durmiendo en mi cama.

¿Dormí? No
¿Me sentí mejor? Como no tienen idea.

Algunas veces entendemos esos “caprichos” o “engreimientos” de nuestros hijos como manipulaciones, pero acaso ¿nosotros los adultos no necesitamos de amor? ¿de ese calorcito que recibes con un abrazo? Él solo buscaba a su mamá, buscaba mi amor, mi protección, mi seguridad, mi bienestar, mi olor y mi calor; y que mejor que tener ese calor de alguien que está a tu lado.

Ahí entendí que no era un capricho o malcriadez el que no quiera que lo suelte o lo deje solo en un cuarto; y que así como yo estoy para él; él también está para mi.

Te quiero lindo, te quiero puro
Te quiero mucho, te quiero para siempre.

 No se ve muy cómodo, pero el así duerme y así se levanta feliz =D

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